“La idea surgió durante el confinamiento, cuando vimos que esto iba en serio y nos empezamos a preguntar qué pasaría después”, dice Manuel Santana, que acaba de ser elegido, después de la primera asamblea de la asociación, como el primer presidente de Tu Despensa, una nueva ONG que nace para alcanzar donde a veces no alcanza la ayuda de la Administración.

Lo que iba a pasar es lo que está pasando, que la pandemia provocó una crisis económica cuyas consecuencias aún están por descubrirse y que hay mucha gente que lo está pasando mal. “La economía ya no estaba bien antes”, apunta Manuel.

Tu Despensa va a optar al Banco de Alimentos para hacer sus repartos. Dice Manuel que el banco hace una labor increíble pero tiene ciertas rigideces y no llega a todo el mundo porque hay gente recién llegada que ni siquiera está empadronada o que no sabe ni siquiera los derechos que tiene ni las ayudas de emergencia que hay.

“Sigue habiendo gente recién llegada, que no tiene empadronamiento ni nada de nada y que necesita ayuda rápida y los trámites son lentos”. También hay personas sin familia, otras sin red de apoyo ni amigos y gente que es reticente a pedir ayuda o a que se la den a cambio de nada. “Es bonito, pero tiene mucho trabajo detrás”.

En esta ONG, los socios no pagan cuotas porque funciona como un banco del tiempo. Se hace una ficha a los asociados que reciben la comida u otros servicios que necesiten, en la que se apunta lo que cada uno puede aportar, por su profesión, sus habilidades o sus conocimientos. Los que reciben alimentos tiene que dar algo de su tiempo.

También hay otras colaboraciones. Además del Banco de alimentos, se han adherido algunas empresas o establecimientos para colaborar, como Comercial Cid o tres farmacias, que pueden aportar material sanitario o para lactantes, porque también son necesidades básicas.

Hay costureras que harán kits COVID para los colegios, dos agricultores, uno de los cuales ha cedido el terreno y otro una parte de su producción para dotar a las cestas de productos frescos (“todo lo que nos podamos autoabastecer, mejor”).

Además, hay un profesor de inglés y otro de alemán y un proyecto de cortes de pelo. Siguen intentado captar gente y, para ello, los voluntarios se pueden poner en contacto con la página de Facebook de la asociación o en la sede la calle Góngora, 43 de Arrecife.

En la ONG hay costureras que harán kits COVID para los colegios, dos agricultores y un profesor de inglés

En la asociación hay voluntarios que reciben ayuda y otros que solo la dan, “pero la comunidad no tiene por qué saber quién recibe o quién no, no nos parece bien, porque así todos somos voluntarios y no hay por qué saber quién es el que necesita ayuda”.

“Seguimos creyendo que es posible crear una comunidad solidaria tan sólo a base de voluntariado, de dar tu tiempo, tu experiencia y tus ganas de contribuir”, dice la asociación en su página. Los voluntarios se tienen que comprometer a un mínimo de ocho horas de voluntariado al mes.

Tienen planificada una campaña en librerías y papelerías para recabar material escolar. Han realizado una campaña en gimnasios, Tu corazón es músculo, de recogida de alimentos. Y quieren iniciar otra campaña con las fuerzas de seguridad.

De esta asociación, en el poco tiempo que lleva en funcionamiento, ya se han beneficiado entre 50 y 60 familias. Se está haciendo una app para organizar el trabajo. “Nos hemos visto desbordados, al principio, con mucho volumen de trabajo. Esto es bonito pero tiene mucho trabajo detrás”, dice Manuel.