FUERTEVENTURA

Nuevo Horizonte, la zona más pobre

La localidad, que se planificó como una zona turística de primer nivel, se encuentra entre los diez vecindarios más pobres de Canarias mientras los residentes denuncian el olvido de las instituciones

Fotos: Carlos de Saá.
Eloy Vera 0 COMENTARIOS 11/10/2019 - 07:20

En los años ochenta Fuerteventura vivía inmersa en el despegue turístico. Eran tiempos en los que todos se querían subir al tren del turismo, aparecían hoteles de debajo de las alfombras y el fantasma de los planes parciales sobrevolaba por toda la Isla. En ese contexto, surgió a finales de esa década Nuevo Horizonte, con la intención de convertirse en un importante núcleo turístico como prolongación de El Castillo.

Sin embargo, aquel sueño duró poco y acabó convertido en una zona con urbanizaciones fantasma y, en las estadísticas, como uno de los diez vecindarios más pobres de Canarias. Nuevo Horizonte es la historia de lo que pudo ser y se quedó a mitad de camino.

En esa franja costera, en la planificación urbanística, sobre el papel, se dibujaron los planes Montaña del Dinero, Llanos del Dinero o Miraflor. En total, unas previsiones de más de 10.000 camas turísticas a menos de dos kilómetros del aeropuerto. Incluso llegó a proyectarse un parque acuático en los años noventa que abrió durante un breve periodo. En la actualidad, y a pesar del cambio de nombre oficial -del denostado Nuevo Horizonte al aséptico Costa de Antigua-, lo que se planteó como una zona turística puntera se ha convertido en una localidad con más problemas que turistas.

Las licencias se dejaron morir. Se miró hacia la zona de Caleta de Fuste en detrimento de Costa de Antigua, y Nuevo Horizonte acabó convirtiéndose en una ciudad dormitorio, pero sin apenas servicios. Ahora sus vecinos luchan por dignificar Nuevo Horizonte. El italiano Giuseppe Signorino es, desde hace seis años, presidente de la Asociación de Vecinos de Costa de Antigua. Junto a un grupo de residentes lamenta el abandono en el que está inmersa la zona. Aseguran que Nuevo Horizonte tiene los problemas de un barrio que “ha estado abandonado durante 20 años”.

También es un crisol de nacionalidades: italianos, ingleses, irlandeses, belgas, españoles, marroquíes... Entre todos suman las 1.500 personas que la asociación de vecinos calcula que podrían vivir en la zona. “Nuevo Horizonte es un barrio multicultural con gente de toda Europa y de fuera de sus fronteras. Se construyó como zona turística, con varios hoteles y urbanizaciones, pero no dejaron solares para espacios públicos”, lamenta Signorino.

La falta de planificación ha hecho que hoy Nuevo Horizonte sea un lugar sin parques, plaza pública, ni centro cultural. “No hay nada que nos pueda servir para tener cohesión. En este sentido no hay pueblo”, lamenta Signorino mientras se queja de que se puedan gastar “un montón de dinero” en la plaza de Antigua, mientras ellos tienen que celebrar las fiestas de la localidad en medio de la calle.

El representante de los vecinos insiste en que lo único que piden es “una paridad de derechos y servicios”: una biblioteca, una plaza pública, un local donde, por ejemplo dar clases de idiomas a la población foránea y realizar talleres o un centro de mayores. Simplemente, piden vivir en el siglo XXI.

Esa falta de cohesión social ha hecho que los vecinos vivan en pequeñas comunidades, relacionándose sólo con aquellos con los que comparten bandera. Signorino explica cómo la población está “dividida en segmentos y esto lleva a que, a veces, haya un poco de conflictividad, por ejemplo, entre los españoles y los italianos. Nos toman como conquistadores, ocupantes, pero nosotros pagamos nuestros impuestos”.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) hizo público el pasado mes de septiembre el dato de renta media por persona y hogar al nivel geográfico más bajo. La estadística, con datos de 2016, sitúa a Nuevo Horizonte entre los diez vecindarios más pobres de Canarias. Con 5.481 euros por persona y 12.091 euros por hogar al año. A la cola de Canarias, otras zonas como Añaza y Arona, en Tenerife o Jinámar, en Gran Canaria.

Nuevo Horizonte es la otra cara del turismo y la construcción. Parte de su población trabajó en estos sectores hasta que la crisis le dio en la cara y empezó a frecuentar las colas del paro y las ayudas sociales. En España falta trabajo y Nuevo Horizonte no es la excepción. Signorino calcula que el 30 por ciento de su población vive en situación de desempleo.

La crisis turística que azota Fuerteventura no pasa de largo por Nuevo Horizonte. El presidente de la asociación de vecinos calcula que los dos hoteles y un apartahotel de la zona están a un 50 por ciento de ocupación. “El turista que llega a Fuerteventura es de bajo nivel y aquí es aún más. No hay ningún atractivo turístico y lo que viene es un turista que sólo busca precios baratos, nada de nivel”, subraya.

Territorio okupa

La crisis económica redujo el precio del alquiler en la zona. Nuevo Horizonte atrajo a personas con salarios bajos o en situación de desempleo. También se ha convertido en los últimos años en un territorio okupa. Suen Tubback es otro de los vecinos del lugar. Explica cómo “se empezó, en su momento, a limpiar la imagen de pobreza de El Castillo. Allí, cambió la imagen para el turismo y los residentes se fueron a Costa de Antigua, donde había un montón de casas vacías”.

Por su parte, Signorino explica que uno de los principales problemas de la zona es la llegada de okupas que rompen las puertas de los apartamentos de las urbanizaciones y se ponen a vivir en ellas. No se atreve a dar un número preciso de personas okupas, pero sí habla de muchas en esta situación. “Esta gente ocupa viviendas y no respeta nunca la legalidad y después, para vivir, realiza actos como pequeños robos”, denuncia.

Asegura que “generan ruido, delincuencia, molestias, roturas... llegan de noche, rompen una puerta y se meten. Buscan contadores para engancharse al agua y la luz y rompen todo”. Pide más presencia del Ayuntamiento y de la Policía y es que, a su juicio, “el Ayuntamiento hace la vista gorda”.

Según Suen Tubback, muchas de estas personas proceden de El Castillo. Allí vivían hasta que se quedaron en paro y sin poder pagar un alquiler. Otras ya vivían de okupas en Caleta de Fuste. “Los complejos de esa zona se vendieron, se contrató a vigilantes de seguridad y ya no podían entrar. Entonces, vieron que tenían que vivir en algún sitio y donde estaban las casas más cercanas, vacías y sin vigilanciaera en Nuevo Horizonte”.

Este vecino se muestra esperanzado y explica cómo se está trabajando en limpiar la mala imagen de Nuevo Horizonte. “Se están organizando más actividades, y, a lo largo del año, se programan cuatro fiestas que cuentan con una buena afluencia de público”, explica. Todos echan en falta “más voluntad política para solventar de una vez el problema de Costa de Antigua como lugar turístico”. Y concluyen: “si queremos buscar un culpable, posiblemente sean las instituciones, pero también la población. Por ejemplo en temas de limpieza puede que el Ayuntamiento tenga que limpiar más, pero la gente no debe ensuciar”.

DENTRO DEL UNO POR CIENTO MÁS POBRE DE ESPAÑA

Nuevo Horizonte es la zona con menor renta de la Isla, con 5.481 euros por persona al año, y se sitúa en el uno por ciento más pobre de España, según el Atlas de distribución de renta de los hogares, que ha publicado la Subdirección General de Estadísticas Sociodemográficas. Muy cerca de esa zona se encuentra la zona más rica, la de Las Granadas en Puerto del Rosario, que se acerca a los 15.000 euros.

En la capital hay zonas entre los 11.000 y los 12.000 euros, como en El Time, Puerto Lajas o Tetir, y otras que oscilan entre 8.300 y 9.400 euros en los barrios o más de 11.000 en el casco. Las que peor paradas salen en el reparto son las zonas turísticas de la Isla.

En el municipio de La Oliva hay zonas que no llegan a 7.000 euros y en Corralejo el distrito con más renta supera por poco los 8.200, una cifra parecida a la de Costa Calma y algo más que la renta en Caleta de Fuste. Las zonas rurales son las de mayor renta en la Isla, con cifras que oscilan entre los 10.000 y los 12.000 euros.  

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