“El diagnóstico actual refleja la grave situación del desabastecimiento insular [de agua] por obsolescencia y carencias en infraestructuras hidráulicas por falta de planificación, renovación y ejecución, que da problemas de abastecimiento, provocando inconvenientes que pueden afectar a la calidad de vida de los habitantes de la Isla”.

Esta conclusión no es la de un colectivo de vecinos afectado por cortes en el suministro, sino que aparece reflejada en el Plan para garantizar el abastecimiento de agua en Fuerteventura y que contempla inversiones que superan los 157 millones de euros. Una hoja de ruta de la que se carecía.

“Es la primera vez que existe un documento técnico para renovar todo el sistema de abastecimiento y con una programación temporal definida”, destaca el presidente del Cabildo, Sergio Lloret: “Hasta ahora, lo que se había venido haciendo era poner parches a las averías”. La lista de deficiencias no es corta. Algunos módulos de desalación son muy antiguos, hasta de 29 años, y su estado de conservación abre la puerta a que “puedan tener alguna avería muy grave que pondría en riesgo el abastecimiento insular”.

Por sus condiciones, tampoco se pueden realizar paradas en la desalación para efectuar un mantenimiento preventivo. En general, el sistema de producción de agua en la Isla tiene tanta “fragilidad” que “pone en grave peligro” el abastecimiento de agua ante la posible “interrupción de la producción”.

El almacenamiento es otro de los problemas: en los depósitos hay “aspectos graves” y “existe riesgo de contaminar el agua almacenada”, ya que “no cumplen con los requisitos exigidos por las normativas vigentes de agua para consumo humano” y son “de fácil acceso a personas no autorizadas”, además de existir también riesgo de “contaminación”.

“Muchos presentan fallos y defectos en la estructura que llevan a pérdidas de agua y formación de charcos que atraen a insectos y animales, afectando a la calidad del agua almacenada”, concluye la memoria del Plan.

Hasta ahora, plantas obsoletas convivían con depósitos deficientes

De esta programación se han ejecutado diversas obras –una docena de lotes de intervenciones de “emergencia” que salieron por cinco millones de euros, que ya están finalizadas y que “es más de lo que se había ejecutado en los 10 años anteriores”, subraya Lloret- y hay otras que están a punto de salir, como la ampliación de la planta desaladora de Puerto del Rosario, para aumentar su capacidad de producción de agua en 700 metros cúbicos por día y que ha salido a licitación por dos millones de euros; la ampliación de la planta desaladora de Corralejo en 1.000 metros cúbicos al día más por 3,2 millones de euros; o un proyecto para mejorar la calidad del agua en las plantas de Corralejo y Gran Tarajal, por 700.000 euros.

El Plan, incide el presidente del Cabildo, “consiste en la renovación de prácticamente el 80 por ciento de las infraestructuras hidráulicas de agua potable de la Isla”. Su horizonte temporal está fijado en 2025, pero es previsible que se tenga que prolongar. “Tendríamos capacidad para ejecutarlo con fondos propios”, asegura Lloret, aunque destaca que “es mucho más fácil conseguir fondos externos cuando vas con una hoja de ruta bien definida”. El objetivo es captar recursos económicos de otras administraciones, desde el Gobierno de Canarias a la Unión Europea.

Desaladora en el sur

De las más de 120 obras que se detallan en el Plan, por volumen económico sobresale la construcción de una nueva planta desaladora en el sur de Fuerteventura, de 15.000 metros cúbicos, en la que se invertirían 30 millones de euros. “Hay que buscar una ubicación adecuada”, apunta Lloret, quien desliza que “lo previsible es que no vaya en Gran Tarajal, aunque siempre hay que contemplar esa posibilidad”.

La actual planta desaladora de Gran Tarajal arrastra múltiples deficiencias e inconvenientes. Una de ellos es su ubicación, en la zona de El Aceitún. “De forma inmediata, para reducir los ruidos”, de los que ha habido quejas entre los vecinos, “se está elaborando un proyecto que saldrá a finales de este año, para minimizarlos”.

Renovables y ahorro

El Cabildo, que controla el Consorcio de Abastecimiento de Aguas a Fuerteventura (CAAF), quiere “vincular la desalación con las energías renovables, tanto eólica como solar, en régimen de autoabastecimiento”, con la finalidad de reducir la factura eléctrica. Las instalaciones de renovables no tienen que estar físicamente en las plantas y, de hecho, en Puerto del Rosario irán junto al depósito de La Herradura. En la programación se reflejan 16 millones para la detección de fugas, otro de los problemas.