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El cierre del Mercado de la Biosfera envía a la UCI al sector primario majorero

Quejas por la falta de puntos de venta y por la ineficacia del mercado virtual creado por el Cabildo

Foto: Carlos de Saá.
Eloy Vera 0 COMENTARIOS 10/06/2020 - 07:16

El cierre del Mercado de la Biosfera de Puerto del Rosario, la falta de alternativas y la iniciativa del mercado virtual, que no termina de cumplir las expectativas, traen de cabeza a los productores de Fuerteventura. Miran al Cabildo en busca de propuestas, pero las respuestas no terminan de convencerles. La falta de puntos de venta ha terminado enviando a la UCI a un sector que ya arrastraba una enfermedad crónica.

Desde que se decretó el estado de alarma por la Covid-19, los productores de Fuerteventura han visto que parte de sus productos acababan en un cercado pudriéndose al sol, almacenados en cajas sin un cliente a la vista o como menú de algún rebaño de cabras. El coronavirus les había dejado sin la clientela de los hoteles y restaurantes y sin mercados donde poner a la venta su producción.

Como propuesta, el Cabildo de Fuerteventura lanzó durante el confinamiento un mercado virtual MercaFuer para favorecer la venta del producto local. La intención de esta plataforma era dar a conocer a los productores y productos de la Isla y que los usuarios pudieran hacer la compra sin moverse de casa.

El sector celebra la iniciativa, pero reconoce que flojea. Los productores aseguran que es sólo un escaparate de información, con una página de Facebook en la que no hay posibilidad de distribución. Al final, no les ha quedado más remedio que andar casa por casa repartiendo la mercancía.

“El mercado virtual es una página donde se pone un número de teléfono y luego se pone en Facebook. Eso lo puede hacer cualquiera. Es lo mínimo que se podía hacer”, asegura Alexis Nuez, un agricultor con finca en el valle de La Lajita que antes de la crisis sanitaria conseguía vender el 60 por ciento de sus productos en el Mercado de la Biosfera y el resto en la hostelería. La crisis le ha obligado a echarse a la calle y empezar a repartir.

Su jornada laboral ha aumentado en horas y esfuerzos, pero quiere evitar a toda costa seguir perdiendo sus productos. Durante las primeras tres semanas, llegó a perder 350 kilos de verduras.

Alexis se muestra especialmente crítico con la iniciativa del mercado virtual, una idea que se vendió desde el Cabildo como uno de los grandes remedios para un sector confinado que no paraba de cosechar pérdidas. Al final, acabó siendo una plataforma donde “aparecen los datos de los productores y cuatro fotos muy bonitas, la mayoría de ellas de ediciones anteriores de Feaga. Han hecho un corta y pega”, lamenta este agricultor y técnico auxiliar de explotaciones agrarias.

Iriome Perdomo, de la Quesería Abuelo Benigno, recibió la llamada del Cabildo para invitarlo a participar en el mercado virtual. Se apuntó. Creyó que, tal vez así, podía dar salida al queso y, sobre todo, a la carne que produce su cabaña ganadera.  Reconoce que el problema en su negocio, derivado de la Covid-19, “no ha sido tanto para el queso, pues se puede guardar en neveras o curar”, sino para la carne de cabra y baifos que encontraban su punto de venta, sobre todo, en los restaurantes.

Al final, probó suerte con MercaFuer. Tenía que buscar salida a los productos y dar de comer a las más de 1.200 cabras que conforman su ganadería. “Que yo sepa, desde entonces, no he tenido ninguna llamada de pedidos por esa página y es algo que también he oído a otros compañeros”, comenta.

Facebook del Cabildo

Iriome cree que un mercado on line debe ser “una página donde se informa y se puede comprar y no una plataforma en la que está sólo mi número de teléfono. De último, han empezado a subir alguna foto. Al final, es una página de publicidad y no de venta”.

Aunque considera que, en su origen, pudo ser una buena iniciativa, lamenta que en el Facebook de MercaFuer, creado para promocionar los productos del mercado, se publiquen  “más noticias” de la gestión del grupo de gobierno del Cabildo que de los productos en sí.

“Los mercadillos eran nuestra única posibilidad para realizar una venta directa del productor al ciudadano”, le recuerdan a la Consejería de Sector Primario y piden con urgencia un punto de venta para evitar el cierre de las explotaciones

Un rastreo por esta red social permite ver los productos que están a la venta y noticias, por ejemplo, sobre las ayudas que la Consejería del Sector Primario ha dado a seis asociaciones de ganaderos tradicionales o las obras de emergencia hidráulica que la Institución insular está llevando a cabo en la Isla, con foto incluida del presidente del Cabildo y otros miembros del equipo de gobierno.

Delia Suárez fue una de las primeras en apuntarse al mercado virtual para promocionar el cultivo de su finca en Giniginámar. Iba a publicitar tomates y papas, pero tampoco ha conseguido tener un cliente por esa vía de comercio. Todas las iniciativas que sean de consumo local le parecen “estupendas”, aunque reconoce que el mercado on line tiene sus inconvenientes.

La distribución por su cuenta les limita: “Tenemos que trabajar en la finca e ir a Puerto del Rosario a llevar una caja de tomates, para un cultivo con hectáreas de tomates es inviable salir de casa e ir puerta por puerta”.

Las pérdidas en su finca han sido bastante grandes, incluso, ha tenido que cortar un invernadero completo. Calcula unos 50 o 60.000 kilos de tomates perdidos. Con calculadora en mano, las pérdidas podrían superar con creces los 20.000 euros.

Una de las iniciativas del Cabildo de Fuerteventura de apoyo al sector primario fue la adquisición de productos para fines sociales. Sin embargo, Delia asegura que la iniciativa de la Institución insular “no consigue dar salida a todo el tomate que se produce en la Isla” y apostilla “la situación del sector tomatero está muy crítica y es hora de tomar medidas para que Fuerteventura no se quede sin un sector que siempre ha estado ahí”.

Alexis Nuez y un grupo de productores enviaron un escrito a principios de mayo al Cabildo de Fuerteventura en el que alertaban de los efectos que estaba produciendo la Covid-19 en el sector derivado del cierre de todas las posibilidades de comercialización existentes antes de la pandemia.

“Los mercadillos eran nuestra única posibilidad para realizar una venta directa del productor al ciudadano”, le recordaban a la Consejería de Sector Primario y pedían con urgencia un punto de venta para evitar el cierre de las explotaciones. La solución era reabrir el Mercado de la Biosfera, ubicado en la estación de guaguas de Puerto del Rosario. El Cabildo se niega alegando que el lugar, una estación de guaguas, no reúne las medidas sanitarias a pesar de haber permanecido años abierto.

“Durante los dos últimos mandatos del gobierno socialista se pudo cambiar a un sitio mejor, no se hizo y se dejó abierto”, recuerda Alexis. “Durante una década, prácticamente, se ha dejado ahí a empresas agrícolas y ganaderas. Llevo una década viviendo de esto y de la noche a la mañana me deja en la calle y encima no me dan alternativas de ningún tipo”, lamenta.

María del Pino Batista, de Finca Mary, llevaba años acudiendo al Mercado de la Biosfera. También participa en el Mercado del Oasis Park. Por suerte, este  último ha vuelto a abrir sus puertas y María del Pino pudo el pasado domingo, 31 de mayo, poner de nuevo sus hortalizas ante los clientes. Le parece bien que se tomen las medidas necesarias en el Mercado de la Biosfera, “pero allí llevábamos diez años y no hemos tenido problemas”.

Tras el cierre de la Cooperativa del Tomate de Gran Tarajal, “tuve que plantar más verduras y dedicarme a la venta en el mercado del Puerto”. Tras su cierre, ha tenido que arrancar muchas de sus cosechas y echárselas a los animales. “En Puerto del Rosario, muchos productores van caminando. Tenemos dos naves del sector primario, no entiendo el motivo por el que el presidente no nos deja una nave de esas para poner el mercado”, se pregunta María del Pino.

El consejero de Sector Primario, Marcelino Cerdeña, anunció que el Cabildo estaba buscando nuevos emplazamientos para el Mercado de la Biosfera y planteaba, entre otras posibilidades, la granja de Pozo Negro. Sin embargo, la ubicación no termina de convencer a gran parte del sector. La distancia con respecto a la capital y a otros núcleos importantes de población no juega a su favor.

“Reparto todos los sábados en la zona de Puerto del Rosario y sus alrededores y el 99 por ciento de las personas me han dicho que allí no van”, asegura Alexis mientras se queja de que los productores se hayan tenido que enterar de la posible ubicación por los medios de comunicación.

“Si hablamos es porque estamos politizados”

Iriome Perdomo califica “de película” lo que se está haciendo con el sector ganadero de Fuerteventura y lamenta que las quejas del gremio se interpreten que son porque “estamos politizados”.

Se queja de que el Cabildo de Fuerteventura no haya dado “ni una sola ayuda ni haya pagado lo que se debe al sector ganadero desde 2018, lo único que se ha hecho es pagar a las Asociaciones de Defensa Sanitaria. Está bien porque son nuestros veterinarios, pero para que quiero el medicamento o el veterinario si no tengo para echar de comer a los animales”.

El Cabildo de Fuerteventura ha destinado 63.000 euros a seis asociaciones de ganaderos tradicionales de la Isla para cubrir los gastos de alimentación del ganado y aliviar los efectos de la situación que atraviesa el sector en Fuerteventura por la Covid-19.

Los beneficiarios de estas subvenciones son las asociaciones de ganaderos que explotan ganado en zonas de costa con el objetivo de “preservar la actividad económica y tradicional pastoril”, indicaban en nota de prensa. “No estoy en contra de la cabra de costa, pero es un sector que no da de comer a ninguna familia ni hace nada. Se debe atender al profesional que crea puestos de trabajo y genera economía”, apunta Iriome.

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