En su primera visita a Lanzarote como consejero regional de Obras Públicas, Sebastián Franquis admitió que la Isla estaba “a años luz de otras” en inversiones, especialmente en carreteras. La confesión se produjo hace más de un año, pero la situación no ha cambiado.

El Gobierno de Canarias detalla que de 880 millones de euros comprometidos en la actualidad en ejecución de obras de carreteras en el Archipiélago, Lanzarote es la única isla, junto a El Hierro, que se queda fuera del reparto de la tarta.

En septiembre, Franquis dio el pistoletazo de salida a un nuevo tramo de 17 kilómetros de autovía en Fuerteventura, adjudicado por 92 millones de euros, más que lo invertido en carreteras en Lanzarote durante 20 años. Destacó que es “la obra más importante” que su departamento adjudica este año en Canarias. Otras dos obras en tramitación elevan a más de 100 los millones comprometidos por el Gobierno regional en la Maxorata.

En Gran Canaria hay en marcha dos proyectos que suman 309 millones de euros, entre ellos la carretera a La Aldea. En Tenerife, los fondos comprometidos son prácticamente idénticos: 316 millones, con el denominado cierre del anillo sur como obra estrella. En La Palma hay tres obras comprometidas que ascienden a 128 millones y, en La Gomera, varias intervenciones que ascienden a más de 25 millones.

El creciente peso político de ASG, el partido de Casimiro Curbelo, llave para decidir quién gobierna en Canarias, tiene una traducción económica en numerosas inversiones. En la actualidad, está en licitación, por casi 23 millones, el acondicionamiento de un tramo de 16 kilómetros que conecta Alajeró y el cruce de Paredes con el aeropuerto.

Franquis, en el arranca de la autovía en Fuerteventura.

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La deuda histórica en inversiones que arrastra Lanzarote, que supera ampliamente los 100 millones de euros solo en carreteras en las dos últimas décadas, va engordando año a año. En una respuesta oficial en el Parlamento de Canarias, el Gobierno reconoce que el año pasado, de más de 53 millones invertidos con cargo al convenio de carreteras con el Estado, a Lanzarote le tocaron, exactamente, 9.279 euros (y 52 céntimos).

Lo peor es que las perspectivas de mejora son escasas: con la caída de ingresos como consecuencia de la crisis del coronavirus es previsible que el próximo año el Gobierno regional apueste por ralentizar la ejecución de obras, como sucedió en la anterior crisis, o por demorar nuevos proyectos. Ambas posibilidades perjudicarían de forma significativa a Lanzarote.

El año pasado, el Ejecutivo regional reconoce que solo destinó 9.279 euros a Lanzarote con cargo al convenio estatal de carreteras

Un ejemplo: en el Cabildo prácticamente se da por descartado a corto plazo la construcción del Palacio de Congresos, un espacio polivalente, pese a que su arquitecto, Carlos Morales, presentó este verano la actualización del proyecto, que ha costado 150.000 euros, y a que Lanzarote es la única isla, entre las más pobladas y turísticas, que carece de un equipamiento de esas características. “Hay que reconocer que en la Isla ha faltado planificación”, señala el consejero de Obras Públicas del Cabildo, Jacobo Medina.

Aunque la Corporación insular acelere las obras en el ámbito de sus competencias –acaba de adjudicar a Horinsa el reasfaltado del Monumento al Campesino hasta Uga por millón y medio de euros y tiene listo el proyecto para acondicionar la destrozada carretera de El Peñón, por 1,2 millones-, la responsabilidad de ejecutar las principales infraestructuras recae en el Gobierno de Canarias.

Deficiencias

Lo único que ha hecho el departamento de Sebastián Franquis es encargar los estudios para acondicionar la carretera de Guatiza a Órzola y para el enlace de la Circunvalación de Arrecife con la autovía de Playa Honda.

En el primer caso, por presentar “deficiencias importantes”, para analizar alternativas a “intersecciones peligrosas”, entre las que identifica la de Jameos del Agua, y para crear un carril bici paralelo a la actual carretera, entre otros aspectos.

En las islas no capitalinas, el Gobierno da por comprometidos 128 millones en La Palma, 100 en Fuerteventura y más de 25 en La Gomera

Y, en el segundo caso, para mejorar las entradas y salidas de la capital lanzaroteña por el sur. No obstante, por el ritmo de la tramitación, está en duda que puedan salir el próximo ejercicio cualquiera de las dos obras, que ni siquiera son de las consideradas prioritarias en la Isla.

Este verano, el Ayuntamiento de San Bartolomé, presidido por Alexis Tejera, volvió a dirigirse al Cabildo liderado por Dolores Corujo, “ante la problemática de conectividad que se presenta en los accesos de Playa Honda, tanto desde la carretera que atraviesa la localidad (la LZ-2) como desde la zona industrial y comercial hacia el área residencial.

Franquis, este miércoles en Tenerife.

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San Bartolomé pide, de forma oficial, que se empiece por un estudio con las diferentes alternativas posibles. El alcalde se ha posicionado por una fórmula ambiciosa, en la línea de las cuantiosas inversiones que se están acometiendo en el resto de islas, y apuesta por soterrar la autovía, por la que circulan unos 70.000 vehículos al día, buena parte de los cuales pasan de largo.

¿Las ventajas de esa solución? Se ganaría espacio público en la superficie, se acercaría la zona industrial y el área residencial y, además, se evitaría “abrir otra herida en el territorio” con una nueva autovía por el norte de la localidad, con “más consumo de suelo”, que es la otra opción que ha estado siempre sobre la mesa del Cabildo.

En el departamento de Franquis hay resistencias al soterramiento en Lanzarote con el argumento de que es más caro, pese a su mayor integración en el paisaje insular. Mientras Alexis Tejera volvía a pedir un impulso en las inversiones, Franquis tuvo tiempo de anunciar el “desbloqueo” de más proyectos en Gran Canaria y de defender en el Parlamento autonómico la implantación de trenes, tanto en Gran Canaria como en Tenerife.

Aunque “no son una prioridad, son una oportunidad”, insiste Franquis, especialmente “en estos momentos de crisis, para pelear por unos cuantiosos recursos de la Unión Europea que pueden llegar a nuestro Archipiélago”. “Si no lo intentamos, ese dinero se irá a otras regiones europeas y habremos perdido la oportunidad”, recalca el consejero.

Una lógica que se conoce bien en Lanzarote: si no se reivindica, no se reciben inversiones. Básicamente, esto último es lo que ha sucedido en la historia reciente de la Isla.