TRIBUNALES

“La flora y la fauna silvestre han sido en Canarias víctimas históricas de la corrupción”

Transparencia Urbanística y la Asociación Amigos de la Pardela Cenicienta presentan sus alegaciones al recurso de los condenados y destacan la sensación de impunidad para cazar especies protegidas

Imagen de los condenados en el juicio del caso Pardelas, el día de los hechos en Alegranza.
Saúl García 0 COMENTARIOS 11/10/2019 - 06:56

Las asociaciones Amigos de la Pardela Cenicienta y Transparencia Urbanística, que ejercen la acusación popular en el caso de las pardelas de Alegranza, también han presentado sus alegaciones ante los recursos registrados por las diez personas condenadas por estos hechos.

Se oponen a lo manifestado en esos recursos e incluso hablan de la sensación de impunidad que durante años tenían “quienes año tras año atacan las colonias de pardela cenicienta para darse un festín a costa de especies protegidas y en un espacio natural protegido”.

Aseguran en su escrito que el hecho de que solo existiera una embarcación destinada a prestar el servicio de vigilancia que debe atender una superficie de enormes dimensiones (la Reserva Marina de La Graciosa, con una superficie de 70.700 hectáreas), favorece la sensación de impunidad.

Recuerdan que, según declaraciones de la sargento, el teniente y el agente de la Guardia Civil que llevaron a cabo el operativo, esa impunidad “es clamorosa, pública y notoria” y de la que no sólo participan los acusados, “pues cabe un reproche público a los responsables políticos del Gobierno de Canarias y del Cabildo Insular de Lanzarote que han autorizado año tras año la estancia en la isla de Alegranza a sabiendas de la continua repetición de este festín de la depredación”.

“La flora y la fauna silvestre han sido en Canarias víctimas históricas de la corrupción”, concluyen. Las dos asociaciones se muestran conformes con la sentencia y rechazan los argumentos de los recurrentes. Cosideran que no se especifican con la debida claridad ni se exponen ordenadamente el quebrantamiento de las normas y garantías procesales de la sentencia.

Por otro lado, destacan que tampoco han demostrado que se hubiera roto la cadena de custodia (de la prueba con el guiso de pardela) y que los hechos demuestran que habían podido alegarlo antes del juicio porque en el sumario se especificaban todos los pasos que se siguieron con las pruebas. “Los recurrentes no han aportado más que conjeturas, sembrando dudas con afirmaciones vagas y difusas”, dicen las alegaciones. 

Consideran que es evidente la puesta en común y preparación previa del juicio por parte de los acusados y que su versión llevaría a deducir que los agentes de la Guardia Civil manipularon las fotografías, dejaron escapar a más de veinte personas, cocinaron las pardelas para falsear la muestra y, tanto el veterinario como los agentes de Medio Ambiente del Cabildo también habrían participado de esa falsedad.

“Los antecedentes ponen en evidencia que esta desfachatez al mentir y torcer el ejercicio del derecho de defensa, tiene como base la sensación de impunidad con que los acusados vienen operando desde hace años, a sabiendas de que la lejanía y aislamiento del lugar, y la práctica ausencia de vigilancia favorecen el ejercicio impune de la tropelía”, dicen las alegaciones de estas dos asociaciones.

Añadir nuevo comentario